Veinte instrumentistas de primer nivel exhibirán mañana ese sonido único del célebre conjunto holandés. Abordarán a Bach, Dvorák y Van Bree, en el Municipal de Las Condes.
Romina de la Sotta Donoso
Con una tradición de 130 años, la Royal Concertgebouw Orchestra (RCO) es una de las mejores del mundo. Su sonido es único e inconfundible y sus 120 integrantes provienen de 20 países y son instrumentistas de primer nivel. Muchos de ellos, además, cultivan en paralelo otros repertorios. Es el caso de Michael Waterman: es el quinto miembro de su familia en ser primer violín de la RCO -después de su abuelo, padre, tío y madre- y además es el concertino de la Concertgebouw Chamber Orchestra (CCO). Esta orquesta de cámara nació al alero de la famosa sinfónica del Concertgebouw, en 1987, y como parte de su gira sudamericana, actuará mañana en la temporada «Fernando Rosas», que organiza la Fundación Beethoven.
Será un solo concierto, de abono, en el Teatro Municipal de Las Condes, pues la temporada gratuita para estudiantes -que se financia vía Ley de Donaciones- está suspendida. Pero las entradas para estudiantes tienen un 30% de descuento.
«¡Decir que estamos entusiasmados sería una grave subestimación! Hemos trabajado dos años para esta gira», ríe Michael Waterman.
«El calendario de la RCO es muy ocupado, pero afortunadamente todo se planifica con años de anticipación, así que logro encontrar fechas para que preparemos nuestros conciertos, organizándonos según el repertorio. Estamos en esto porque amamos este repertorio y tocar música en un formato más íntimo», dice.
El formato de la Concertgebouw Chamber Orchestra en Chile será de 11 violines, 4 violas, 3 chelos, contrabajo y clavecín, más una violinista invitada, la virtuosa holandesa Rosanne Philippens. Ella será solista en las dos piezas contrastantes que tocarán de Bach: el Concierto para violín en Mi Mayor BWV 1042, y el Doble Concierto BWV 1043. El primero es germánico, en carácter y forma, y su riqueza contrapuntística es exuberante. Y el segundo es uno de sus trabajos más «italianos», sensual incluso.
También habrá romanticismo, con la Serenata Op. 22 de Dvorák. «Es una obra encantadora y alegre; está impregnada de la profunda felicidad y el optimismo que marcan su vida en esa época. La compuso en apenas 12 días y cada movimiento posee un carácter singular, partiendo por un vals, y siguiendo con un scherzo muy juguetón y un larghetto apasionado y lírico, para concluir con algo que resulta inesperado después de toda la elegancia que hemos experimentado hasta entonces: una vívida danza folclórica al estilo de su Bohemia natal», detalla.
Tocarán también una pieza holandesa. «Lo hacemos en todas las giras, pero ahora que estamos tan lejos de casa, con más razón», agrega Waterman.
Se trata de una obra muy original de Johannes Bernardus van Bree, figura central de la primera mitad del siglo XIX en Holanda. Eligieron su «Allegro para cuatro cuartetos de cuerda», una pieza vanguardista en términos de espacialización.
«Van Bree descubrió una forma muy buena para combinar a los 16 músicos como un conjunto, al organizarlos en cuatro cuartetos de cuerda independientes. En algún momento hace que todos trabajen como 16 solistas individuales, y juega con el espacio, entre la izquierda y la derecha; con el tiempo, con motivos musicales reducidos, y con el sonido, variando desde un ensamble pequeño a uno grande», explica Waterman, y cuenta que los destinatarios originales de la obra eran aficionados y necesitaron más de 50 ensayos para prepararla: «Es un placer interpretar esta obra, pero no es fácil».
Aclara, además, que «el repertorio que presentamos lo elijo de modo que podamos exhibir una de las cualidades más famosas de la Royal Concertgebouw Orchestra, que es nuestro sonido especial como orquesta». A ello se suman los arreglos que él hace y que tienen un doble propósito: les permite ampliar su repertorio y al mismo tiempo les resultan «refrescantemente estimulantes, porque las piezas siguen siendo familiares, pero sus sonoridades son inesperadas».
Entre los más interesantes proyectos que la Orquesta de Cámara del Concertgebouw tiene para el año 2019 están la Pasión según San Mateo de Bach, y un arreglo de Waterman del Concierto «Emperador» de Beethoven, que harán nada menos que con Ronald Brautigam, el pianista que recuperó el sonido original de Beethoven con su pianoforte.
Sin Gatti
La Royal Concertgebouw Orchestra anunció el jueves que terminó su relación laboral con Daniele Gatti, en su tercer año como director titular. Ello, después de que el domingo pasado The Washington Post publicara un artículo donde algunas cantantes acusaron al director italiano de conductas inapropiadas, tras lo cual varias integrantes de la orquesta holandesa informaron haber vivido situaciones similares. Gatti fue el séptimo titular de la RCO.
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La inmensa mayoría de los músicos que actuarán en Chile son integrantes también de la célebre Royal Concertgebouw Orchestra.
La inmensa mayoría de los músicos que actuarán en Chile son integrantes también de la célebre Royal Concertgebouw Orchestra.